lunes, 30 de junio de 2014

Después de la Práctica: Ganesha

     Después de que pasó la práctica, el hombre y la mujer, se retiran, se voltean de lado. A este punto fíjese como son las cosas, a este punto no hemos llegado todavía en el curso allá. Es decir, que yo le estoy dando un seguimiento más adelante de lo que hemos quedado con ellos allá. Al voltearse la persona, se notará que tenemos un huesito que sobresale (hueso sacro) que queda muy cerca del coxis. Este hueso entra en una actividad tremenda. Por eso dice el ritual: "A los Dioses de la cadera del cielo, respetamos profundamente".
     Estos huesos se unen (se voltean y se unen) y se empieza a trabajar con la DEVATA GA- NESHA. Hermanos, esto es Tercera Cámara, ¡Por Dios! ¡No se lo digan a nadie!.
     Se comienza con los mantrams BAM-SAM- CHAM. Pidiéndole a la Venerable Maestra Devata Ganesha que trabaje en el chacra muladhara para que los fuegos sagrados se procesen en octavas superiores, para el Despertar. Volvemos: Baa- ammm-Saaammm-Chaaammm.
    Hermanos, lo que estamos hablando hoy aquí, créanmelo, es una Regla de Oro, en el trabajo de nosotros. Estas tres palabras pronunciadas por los dos. Baaammm-Saaammm-Chaaammm, pidiendo a la Maestra Devata Ganesha que elabore un traba- jo de limpieza en nuestro chacra muladhara y  nuestros huesos sacros para que el Kundalini y los fuegos sagrados despierten y asciendan.
     Nosotros tenemos centros magnéticos. Primero, la unión; segundo, la posición. Por eso aparece lo que les decía. Esto es Liturgia y el Maestro prácticamente prohibió hablar de los mis- terios de la Liturgia, porque son cátedras de la con- ciencia, pero ¿Cómo hacemos?. Aquí aparece el misterio de la cruz de Caravaca. Un hombre y una mujer espalda con espalda, porque el Kundalini sube por la espalda. Que mejor que el hombre le ponga su columna ahí a la columna de la mujer y empiece a trabajar, y son fluidos que empiezan a pasar y a avivar los fuegos.
     Acuérdense que cada una de las vértebras son salones de magia negra, de la Logia Negra. Es por eso que en el drama del Cristo aparecen dos ladrones, uno bueno y otro malo. El buen ladrón es aquel que transmuta, los magos negros lo llaman ladrón, porque les va quitando los avances que van teniendo los fuegos, los van desalojando de los cañones y entonces esto es como que nosotros es- temos habitando en esta casa y llega el dueño y nos echa a la calle y le decimos ladrón porque nos echó, de donde nosotros supuestamente nos creíamos dueños.