jueves, 3 de julio de 2014

La Ruta de la Energía

    La energía sexual transmutada pasa del cuerpo físico que es de 48 leyes al cuerpo astral que es de 24 leyes, de ahí la energía sexual pasa al cuerpo mental que es de 12 leyes, si la práctica es correcta, si se realiza bien hecha, tal como estamos diciendo.  Todo esto no termina allí; sino que la energía prosigue a la siguiente dimensión o cuerpo causal o de la voluntad, llevando a ese cuerpo los elementos energéticos que desarrollarán una voluntad divinal y por último se fijará como conciencia divina en el mundo de las 3 leyes o cuerpo conscientivo o la Ley del Padre. Si se observa, la energía sexual transmutada debe pasar por diversas leyes, sin recibir interferencias de estos organismos o dimensiones.
    Las interferencias que pudieran interrumpir el ascenso de la energía de cuerpo en cuerpo, de dimensión en dimensión, podría decirse que son muy variadas: En primer lugar NO DEBEMOS tener larvas astrales en el cuerpo astral, pues esto interfiere con la energía (usar azufre en los zapatos). En segundo lugar debemos tener pensamientos puros, es necesario tener BUENA DEVOCIÓN, para que en el cuerpo causal no se le impida el paso a la energía transmutada.
    Cuando la energía sexual se recalienta en el cuerpo y no encuentra salida, pasa por un proceso de transformaciones (que los alquimistas decían que hay que cocer y cocer, y volver a cocer la materia prima (energía sexual)), es posible que queden residuos si no se es muy práctico en la transmutación. Estos residuos el cuerpo los eliminará por la orina u otro lugar.
    Se necesita ser clarividente para poder ver el curso que toma la energía transmutada y que toma un impulso al quedar convertida en vapores, estos  llegan hasta cierto punto, en donde es necesario que se hagan prácticas posteriores a la transmutación, como son respiraciones profundas