lunes, 30 de junio de 2014

La Excitación

     Toda excitación no está apta para transmutar como casados, eso lo saben los casados. Una per- sona tiene una excitación y diga "estoy apto para ir a transmutar". No, porque resulta que la excitación no es la que marca la pauta para realizar el acto.
     Hay excitaciones producidas por pensamientos morbosos. Hay excitaciones producidas inclusive, por un alimento. Por allá, por San Cristóbal venden un jugo que llaman "bombas". Eso produce ciertos estados, pero no le da a la persona una base para decir que esa energía, que es esperma sagrado, ese libido sexual femenino están aptos. Porque ha sido producido de una forma, por decirlo, artificial. Las excitaciones que sirven para la Gran Obra, deben de ser una exigencia natural, que se producen, no por pensamientos, que se producen no porque se evoquen los eventos, sino porque llegan de una forma natural. No debe la persona preocuparse porque el Maestro dice: "que todos los días se debe practicar". Por cumplir con aquella norma por decirlo así, ir a hacerlo siempre que el cuerpo no lo exige. Si se hace sin esa suficiente necesidad biológica llega el hastío, como llega en el fornicario, como llega en cualquier persona que no tiene esa disciplina. Cuando se hacen las cosas mal, los resultados son que no se logra lo que se persigue.