Dice el dicho que cuando suenan las campanas es momento de rezar, pero este momento es de conectarse con su parte divina, con su Madre Kundalini y el que lo logre hacer, llevó esa energía a una octava superior, pues no es uno quien la lleva, sino el impulso, la Madre Divina, el Kundalini mismo, el fuego. Todo esto es la misma fuerza. Esto se logra sin que tengamos que ponerle una cronología o tiempo, pues cada persona tiene su propia particularidad.

