lunes, 30 de junio de 2014

La Observación, la Auto-Observación, la Inspiración

     Pasando a esto, es necesario que nosotros hagamos una apreciación de lo que decíamos anteriormente; busquemos cual es el elemento, cuál es el instrumento adecuado para cada uno inspirarse.
     Decíamos que la observación pertenece a la parte física y nos ayuda a tener un comportamiento, más o menos recto aquí. Esto porque si yo no me estoy observando a lo mejor parto la tiza, a lo mejor hago gestos que no concuerdan con el evento, con el momento. Eso lo hace la observación.
    La auto-observación, es ya una cosa diferente. La auto-observación ya nos tiene que ubicar a nosotros en relación a niveles superiores. En esto viene ya otra cosa que es el discernimiento. Por ejemplo, si yo veo al hermano que tenía tanto tiempo de no verle, esto tiene que llamar en mí a la reflexión en este momento y decir "Esto no es normal", porque caramba a este hermano yo no le veía desde hace tanto tiempo, de tal época. ¿No será que acaso estoy en otras dimensiones, en otros lugares que no es el acostumbrado?.
     Entonces, esto va permitiendo que yo tenga una integración con ese cuerpo que el Maestro llama “cuerpo de deseos”, que es el Cuerpo Astral, que es el que nos va a permitir a nosotros tener cierta estabilidad de conciencia para nosotros mo- vernos, tanto aquí como allá, con una lucidez.
     Luego viene la inspiración. Puede ser que yo haga todo ese andamiaje de: Sujeto, Objeto y Lugar, pero si la mente mía no se ha inspirado no hacemos nada. Fíjese en la conversación que tenemos con el hermano, donde él exponía todas esas cosas que lo caracterizan. Pues de eso a nosotros lo que nos interesa, es una sola cosa, que uno se inspira y dice: ¡Tanto que podría yo hacer!, ¡Tanto que podemos nosotros hacer conociendo esta ciencia!.
     Esas cosas ya lo inspiran a uno; como que le despierta ciertas inquietudes. Cuando uno dice: "yo puedo dar más rendimiento todavía del que estoy dando", porque no solamente hay que darle a co- nocer a las gentes la enseñanza para que busquen la redención, sino para que hagamos un segundo sacrificio; porque no ven que se amplía el aspecto del sacrificio sirviéndole a la naturaleza, sirviéndole a los hermanos menores que son los animales y las plantas, que constituyen la evolución.
     Eso le va permitiendo a uno un mejoramiento de la inspiración que tiene. Si a pesar de todo no lo consigue, entonces, ya un buen concierto, una buena música, un buen programa, oír una conferencia del Maestro Samael, donde por ejemplo uno “siente” con el verbo del Maestro, el anhelo de llegar a la conciencia de uno, todas esas cosas le van mejorando el ambiente para el trabajo.
     Después, tener esa posibilidad de salir de ese estado de aburrido, donde en el trabajo quizás, o en eventos del día tuvimos un mal rato, ya nos vamos a ubicar en unas condiciones mejores, ya a lo menos no estaremos “satwicos”, pero estamos “rayásicos” en las ondas del tiempo que están dirigiendo ese momento y luego suplicar una ayuda. Al Padre o a la Madre Divina.
     Entonces, estando en un estado mejor, que viene siendo la parte “satwica”, después de estar en la parte satwica, entonces ese deseo que se produce, ya es una cosa que esta apta para que nosotros hagamos un trabajo, sin el peligro de caernos, sin el peligro de que esa energía vaya a ser absorbida por determinados elementos antagónicos al trabajo; y el trabajo va a salir mejor, y sobre todo, que después de la transmutación, así como de un ritual, como después de un evento de esa naturaleza, nosotros vamos a tener un comportamiento psicológico muy a fondo como la Doctrina necesita.
    De modo hermanos que el Arcano no es solamente unirse un hombre y una mujer, a hacer un trabajo, a no derramar la energía, sino que el ambiente interno de la persona esté propicio para la sabia utilización de la energía.