Estas son las diferentes ondas y la repercusión que tienen en los momentos. Por ejemplo, dice el Maestro que en una fiesta animada no deja de estar por ahí un aburrido. Estas personas no faltan a los rituales, en ocasiones un ritual donde se siente la presencia de Dios, no ha de faltar una persona que dice: "yo si me sentí mal, ese ritual si estuvo raro". Pero no se da cuenta que no fue el ritual que estuvo raro, sino el estado anímico de la persona. Entonces uno tiene que aprender a producir estados. Consi- dero que esto es de mucha importancia. Antes de nosotros querer o proporcionarnos deseos, un apeti- to sexual para una transmutación, debemos primero revisar el estado anímico nuestro. Puede ser que haya excitación, el cuerpo pida transmutación, pero si el estado anímico no compensa con el trabajo que vamos a hacer, es mejor no hacer un trabajo en ese día o en ese momento, antes de concretarnos a lo otro. Fíjense ustedes lo importante que es esto. Sería igual a lo que dice en la puerta del ritual: "Dejad fuera tus pensamientos terrenos, porque esta es casa de oración" antes de nosotros entrar a practicar el Arcano, que es justamente donde nos vamos a fusionar con la energía Crística, que tiene mucho que ver con lo que estamos hablando.
¿Qué energía positiva puede transmutar una persona que tenga una vida totalmente sedentaria en una ciudad?, Donde no sale al campo, donde no hace respiraciones, donde no le proporciona al organismo situaciones que pueda hacer una renovación, de hacer un cambio, llenar su organismo, su sangre, su sistema nervioso de un oxígeno sano, limpio y expulsar a través de la respiraciones las toxinas. Para que las células puedan producir una oxidación mejor, expulsando las toxinas e inhalando. Esto le ayuda al sistema cardiovascular y al pulmón, a la circulación, etc. Aquí, ¡Cómo esté trabajando el organismo!.
En fin, si a nosotros nos preguntan que dónde está el infierno de nosotros: está en el hígado. Un hígado enfermo, un hígado donde haya una pesadez, como que se siente sobrecargado de impresio- nes y malas digestiones, etc., eso ya daña el trabajo. Y sobre todo no el trabajo en sí, sino en la (parte) de producir una energía que sea apta para eso. Y sobre todo para el organismo que tenemos que tener durante ese ritual que es la transmutación.
Si una persona tiene un estado de melancolía, tiene que tener el elemento que le permita entrar en una octava mejor, para poder hacerlo.

