domingo, 29 de junio de 2014

La Educación de La Mirada

   El alquimista debe antes que todo educar sus ojos, o sea, su vista, ya que a través de ella, aunque no se lo proponga, puede lanzar emanaciones sexuales que llegan a las personas de sexo opuesto y esta persona a su vez recrear posteriormente imágenes que en ese instante se forjó o produjo, trayendo por consiguiente actitudes fuera de control.