El Maestro Paracelso decía que se debe de huir de estas personas como a la peste. Estas personas evitan que podamos tener una higiene mental que es fundamental para antes de empezar el trabajo sexual. Las personas tienen emanaciones. Las gentes dan de lo que tienen. Que dará un lujurioso, marihuanero, ladrón, mentiroso, fornicario, adúltero, etc. Pues dará emanaciones venenoskirianas y si uno se reúne con estas personas el resultado será que absorberemos esas emanaciones o hidrógenos pesados que dañarán la energía que estemos transmutando. Hay que cuidar nuestra energía, hay que cuidar celosamente la energía Crística. Ahora entendemos por qué hay que huir con el Cristo cuando está naciendo o recién nacido, pues muchos quieren su muerte.
Debemos defender a toda costa lo que es tan sagrado y que tanto nos cuesta. Cada vez que se reúna con este tipo de gentes, piense que sus emanaciones o hidrógenos harán que usted cometa errores o actos de los cuales se arrepentirá. Júntese con personas que estén buscando espiritualmente lo mismo que usted: la realización. Recuerde el sabio refrán: "Dime con quién andas y te diré quien eres".

